La Fiesta del Patrón San Jerónimo, el santo que tradujo la biblia

 La Fiesta del Patrón San Jerónimo, el santo que tradujo la biblia

Hoy 30 de setiembre se celebra en muchos lugares del mundo, y de manera específica también en nuestra región, la festividad por San Jerónimo. Jerónimo de Estridón, declarado Santo, fue proclamado Doctor de la Iglesia Católica, rango superior entre los santos de esta religión, la cual se le otorgó por su erudición; y por realizar aportes para la reflexión espiritual y la doctrina de fe, por los estudios que realizó de las Sagradas Escrituras y por traducir la Biblia del griego y el hebreo al latín.

En Huaraz destaca la fiesta patronal en el distrito de Pampas Grande, el “Balconcito suspendido entre el mar y el cielo”, enclavado a 3,666 msnm; en plena cordillera negra, donde es motivo de reencuentro de amigos y familiares que radican fuera y que llegan emocionados dispuestos a compartir días de fraterna camaradería y evocación de los mejores tiempos, que ya se han ido.

Tradicionalmente la celebración inicia quince días antes de la fecha central. Los Kellis (oferentes) comienzan a preparar la chicha; llegan las cargas de leña y labran las velas y cirios luego de derretir cera en un perol. Todas estas acciones son motivo de reunión con mayordomos y capitanes, amenizadas por buena música, comida y bebida.

Previo al día central se da el Carga Yequi o entrada de las cargas. Llegan al pueblo las acémilas adornadas con globos y serpentinas de colores, transportando las donaciones que se van a consumir en esos días, mientras que los kellis, a caballo, reparten frutas y golosinas.  También, se da lo que se llama el Jancha Yequi, ingresan vacas, ovejas y cerdos que serán sacrificados para la preparación de la comida para atender la masa humana que se ha congregado. Propios y extraños abarrotan las calles del pequeño pueblo. Mayordomo, capitanes e invitados dan una vuelta por la plaza bailando y reventando cohetes, en un ambiente de alegría y celebración.

La noche de la víspera se celebra una misa y luego el festejo es en las calles con la banda carrizal o las soku bandas. La celebración continúa con bailes, artistas y la quema de un castillo en la plaza, mientras los barrios de arriba y de abajo se reúnen en cada esquina y celebran con caliche, caña o pisco. A la madrugada el Mayordomo invita a todos el delicioso pekan caldo (caldo de cabeza) para recobrar energías para continuar la fiesta.

El día central, 30 de setiembre comienza desde muy temprano con una salva de 21 camaretazos. Después se realiza la misa en honor al Santo Patrón del pueblo, los caballeros acuden con terno y las damas con sus mejores vestidos.  Terminada la misa, se inicia la procesión en la que se lucen las cuadrillas de Shacshas y Huanquillas, el Sargento con su gorro de tres puntas y el Inca con sus respectivas pallas; además de delegaciones de los pueblos vecinos de Pariacoto, Huanchay y Colcabamba. Culminada la procesión los capitanes invitan almuerzo en sus casas, donde el puchero de carnes, coles, yucas y camotes siempre tiene un lugar especial. La celebración continúa hasta las últimas consecuencias.

Al día siguiente, se celebra la misa a la Virgen Santa María. Luego se realiza una Procesión en la plaza con las andas de la virgen y San Jerónimo. Inmediatamente después los comuneros arman un coso con palos y sogas para la corrida de toros. Los arreadores chicote en mano hacen entrar al coso a los toros bravos, negros, barrosos o enjalmados traídos del cerro Bombón, mientras la concurrencia degusta un suculento almuerzo a base de carnes y el rico pocti.

La corrida de toros es un espacio de jolgorio, ya que, envalentonados por unos pisquitos de más, aguerridos toreros, casaca o frazada en mano, se lanzan al ruedo a demostrar sus artes, siendo muchas veces “revolcados” por los astados, pero aquel que se anima a torear es premiado con un enjalme y un moño de adorno, y por supuesto, su cervecita o una jarra de chicha de jora. En esa tarde no hay sangre, tortura ni muerte, y al final todos muy contentos dan por terminada la fiesta y se despiden hasta el otro año.

Tradiciones como esta no deben perderse en nuestra tierra. Muchos casi ya no las hemos disfrutado en su tiempo y esencia; por lo que cultivar el amor a las costumbres y valores de nuestros pueblos debe ser una tarea permanente para con los más jóvenes.

David Palacios Valverde

Créditos.
  1. Entrevista a Mercedes Valverde Reynalte
  2. naloalvaradochiquian.blogspot.com
  3. Jerónimo de estridon: https://www.ecured.cu/Jer%C3%B3nimo_de_Estrid%C3%B3n

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    David Palacios Valverde

    Cursó estudios escolares en su tierra natal y luego migró a Lima, donde desarrolla su vida académica y profesional hace treinta años. Su pasión por las letras se expresó desde temprana edad cuando comenzó a escribir poemas y cuentos que han permanecido inéditos; luego inició su camino literario con la publicación de un conjunto de cuentos bajo la denominación de Entre claro y oscuro (2020); luego incursionó en el mundo la lírica con el poemario titulado Evocación (2021). Posteriormente, el año 2023 publicó su primera novela llamada Desiderio, el hombre que se cansó de burlar a la muerte. Autor de artículos en diarios y en portales electrónicos, es colaborador permanente de Portalhuaraz.com; sitio web donde surgió la idea de crear su novela a través de veinticinco entregas en poco más de dos años. Su obra tiene como sello característico el misterio, lo sobrenatural, el amor y la nostalgia.

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