Pascuas. Tradición, historia y astronomía

 Pascuas. Tradición, historia y astronomía

La Semana Santa es una fecha muy importante dentro del calendario de festividades cristianas, y en ella se recuerda -según la tradición católica- la resurrección de Jesucristo al tercer día después de haber sido crucificado. Cada año, alrededor del tercer mes del año nos empezamos a preguntar -¿qué día cae semana santa?

Y es que esta conmemoración tienen lugar en fechas que no son las mismas, año tras año. En nuestros días en los que tenemos un control del tiempo con precisión atómica, nos basta con revisar el almanaque para conocer el día exacto en que ocurrirán los días de la Semana Santa. Pero nuestros antepasados no tenían al alcance estas herramientas y debían valerse de algo que nosotros lamentablemente tenemos casi olvidado, la astronomía.

Cada año, en Semana Santa, hay algo que siempre ocurre en el cielo, aunque pasa desapercibido para la mayoría de las personas: la Luna siempre se encuentra en su fase llena para esa fecha, y esto no es casualidad. Muchos acontecimientos de las distintas culturas del mundo están directamente relacionadas con sucesos astronómicos: el Año Nuevo Chino, la Pascua Hebrea, la Pascua Ortodoxa, el Año Nuevo Islámico y el Año Nuevo Hebreo. Si estos sucesos no hubieran sido observados nuestras culturas no serían como son.

La Pascua tiene un origen judío, y se trataba de una festividad agraria que se celebraba cuando se producía la primera luna llena, luego del equinoccio de primavera. El cielo fue y es el indicador del tiempo más preciso que podemos tener porque, mientras nosotros nos basamos en el calendario gregoriano, todo nuestro entorno se vale únicamente del calendario celeste, que rige todos los ciclos naturales que conocemos.

Por ejemplo, este año 2021 la celebración de Pascua de Resurrección es el domingo 4 de abril, mientras que la Luna entró en fase llena el 28 de marzo (día de la celebración del Domingo de Ramos), y además el equinoccio de marzo comenzó el sábado 20 de marzo. Estas dos fechas son las que determinan cómo se elige el día de Pascua.

La historia de la Semana Santa

Pese a que habían transcurrido muchos años desde la muerte y resurrección de Jesucristo, todavía la celebración de la Pascua Cristiana no tenía fecha exacta, no existía consenso en el día le debía corresponder. Al principio podía darse cualquier día de la semana, incluyendo viernes, sábado o domingo.

Fue así que por el año 314 se reunió el Concilio de Arlés, que entre otros temas trató este asunto y como resultado obligó a todos los cristianos a celebrar la Pascua en una fecha que fue fijada por el Papa para todas las iglesias. Sin embargo, algunos se desentendieron de la norma y hacían sus propios cálculos para obtener la fecha.

Pocos años después, en el año 325, se celebró el primer Concilio ecuménico en Nicea (actualmente Turquía). Se estima que estos concilios se celebran desde el año 50 D.C., y eran asambleas celebradas por la Iglesia Católica en los que se convocaba a los obispos para discutir doctrinas y prácticas. El Primer “Concilio de Nicea” fue convocado por el emperador romano Constantino I el ‘Grande’, aconsejado por el obispo Osio de Córdoba, justo cuando el primero imponía su dominio sobre el Imperio Romano.

Icono conmemorativo del Primer Concilio de Nicea. Sínodo de obispos, el Papa delegó a Osio de Córdoba para que presidiera el evento.

El concilio “dio una vuelta de rosca” a lo convenido en el de Arlés y estableció que esta fecha iba a estar marcada por la Luna, más exactamente por la Luna llena o plenilunio. El Domingo de Resurrección sería entonces, solo una vez al año, el domingo siguiente a la primera Luna llena posterior al equinoccio de primavera boreal, es decir la primera Luna llena primaveral en el hemisferio norte.

Equinoccios de primavera y otoño

El equinoccio ocurre cuando el eje de la Tierra se ubica de tal forma que ambos polos terrestres están a la misma distancia del Sol, lo que hace que el día y la noche tengan la misma duración. La fecha del equinoccio de primavera, en el hemisferio norte terrestre varía entre el 20 y el 22 de marzo cada año, y coincide con el equinoccio de otoño en nuestro hemisferio sur.

Otra norma establecida por en el Concilio de Nicea obligaba que la celebración no debía coincidir con la Pascua Judía, la que conmemora el éxodo de los israelitas de Egipto, conducidos por Moisés. En un comienzo, y dado que los cristianos provenían de la tradición judía, la Pascua se celebraba al mismo tiempo. No obstante seguía habiendo diferencias entre la Iglesia de Roma y la Iglesia de Alejandría, pese a que el Concilio de Nicea dio el privilegio a los alejandrinos de calcular la fecha de la Pascua y comunicarla a Roma, desde donde se daba a conocer al todo el mundo cristiano.

El ciclo lunar es la base del mes y una forma de contabilizar el paso del tiempo.

Entre otras cosas esto se dio por la superioridad en astronomía de Alejandría, conocida como el centro cultural del mundo antiguo. Solo hasta el año 525, y gracias a que Dionisio el ‘Exiguo’, monje de la curia romana y matemático, convenció a los romanos sobre la ventaja de los cálculos alejandrinos, se unificó la determinación de la Pascua cristiana.

Y por fin tuvimos la fecha de la Semana Santa

Pero aun transcurrido varios siglos, las discusiones sobre este tema prevalecieron hasta que en siglo XVI la Iglesia Católica estableció lo que se llamó un calendario lunar eclesiástico, en donde los plenilunios «ficticios» se fijaban mediante unas tablas numéricas, menos preciso que el calendario astronómico, pero con algunas ventajas prácticas.

Así lo vieron incluso reconocidos astrónomos de la época, como Tycho Brahe y Johannes Kepler, quienes lo defendieron. Se dice que Kepler mostró su apoyo diciendo que «la Pascua es una fiesta, no un planeta». Las nuevas reglas aseguraban que las Pascuas cristianas y judías no coincidieran, para lo cual si el plenilunio eclesiástico después del equinoccio primaveral caía en domingo, fecha de la celebración judía, la cristiana tenía lugar el domingo siguiente.

En nuestros tiempos la fecha de Pascua cristiana se rige por el equinoccio del 21 de marzo. Si ese día tuviera lugar la luna llena y es sábado, la Pascua será al día siguiente. Pero si la luna llena fuese observada antes del 21 de marzo, deberá esperarse hasta el siguiente plenilunio, el cual ocurriría aproximadamente 29 días después (el tiempo que tarda la luna en completar su ciclo de fases). Ahora bien, si ese día en que se observa luna llena es domingo, la Pascua tendrá que ser el domingo siguiente.

El papa Francisco otorgando su bendición en Semana Santa

Las diferencias entre el criterio astronómico y el religioso trajo la posibilidad de que la Luna real no coincida con la eclesiástica. En 1962 ocurrió esto. El equinoccio de primavera sucedió un miércoles 21 de marzo y la Luna llena astronómica tuvo lugar unas 5 horas después. Según el calendario astronómico. La Pascua debía celebrarse el primer domingo siguiente, es decir el 25 de marzo, pero según el almanaque eclesiástico, la Luna llena caía el 20 de marzo, es decir antes del equinoccio, por lo que, según la norma, se tuvo que dejar pasar un nuevo ciclo lunar, hasta el 18 de abril, fecha de la primera Luna llena después del equinoccio del 21 de marzo, para poder determinar el Domingo de Pascua, que finalmente se celebró el 22 de abril.

Usando las matemáticas podemos calcularlo con exactitud

Gracias a la precisión de las matemáticas y de los movimientos celestes podemos ponerles fechas exactas a las siguientes Semanas Santas. Se sabe con exactitud que el Domingo de Pascua puede ocurrir como muy pronto en el año un 22 de marzo (cuando el plenilunio eclesiástico cae un sábado 21 de marzo), y como muy tarde un 25 de abril (cuando el plenilunio ocurre un 20 de marzo) por lo que habría que esperar al siguiente plenilunio, el 18 de abril, que, al ser domingo, desplaza una semana más la celebración.

También podemos saber que las fechas de la celebración se repetirán de forma idéntica cada 5.700.000 años y que la mayor ocurrencia de un Domingo de Pascua le toca al 19 de abril.

Del día de celebración del Domingo de Resurrección dependen hasta una decena de fiestas católicas, como por ejemplo la Ascensión (39 días después), Pentecostés (49 días después), el Corpus Christi (60 días después). Esto significa que todas estas fechas están determinadas por el ciclo de la Luna.

En el siglo XX, algunas corrientes modernas han alentado a tener una fecha fija para la Semana Santa, postulando que sea celebrada el domingo después del segundo sábado de abril. Aunque han tenido algo de apoyo, no han avanzado en su implementación. La vigencia de esta antigua tradición resulta cautivante porque aun hoy, gran parte de los acontecimientos sociales siguen teniendo una conexión directa con el movimiento de cuerpos celestes en el firmamento.

    Francisco Brayan

    https://ecoferio.com/

    Francisco Brayan es astrónomo y cosmólogo, fundador de la agencia de divulgación cientifica Ecoferio.com y se desempeña como escritor cientifico en PortalHuaraz.com. También escribe y asiste a programas públicos de astronomía y ciencia.

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